ICA: BELLEZA NATURAL. PAISAJE DESOLADOR

Caminando por la estrechas y polvorientas calles de Santa Bárbara (donde llegue con tres compañeros más) me doy cuenta que la pobreza es el mal de todos los pueblos e Ica no se escapa de este infortunio, los caseríos iqueños no se encuentran en los planes del gobierno local, como nos comenta Fernando Fajardo, desde su humilde casa, él es campesino y poblador de Santa Bárbara. El tiene ya cincuenta años viviendo en Santa Bárbara, y hasta ahora nada ha cambiado.
Don Fernando nos cuenta que cuando niño, solía acompañar a su padre, jornalero de la hacienda TACAMA, a recoger los racimos de uvas. Su padre junto a un grupo de trabajadores decidieron instalarse cerca de la hacienda, así es como se crea el caserío, los trabajadores construyeron sus viviendas cerca de la hacienda para hacer más corto su recorrido. Santa Bárbara esta ubicada a aproximadamente quince minutos de Ica, a los costados del camino se pueden observar las chacras con parras, Santa Bárbara al igual que muchos otros caseríos no cuenta con agua, se tiene que comprarla como en diferentes asentamientos humanos de Lima.
El problema del agua es de todos los años, nos afirma Doña Cecilia, esposa de Don Fernando, al igual que Lima, a Ica carece de agua en abundancia y tiene que restringirla, los más perjudicados son los habitantes. El rio que marca la entrada a Santa Bárbara esta lleno de basura, no tiene agua, está vacio, en Ica ha empezado la sequia. Don Fernando, empieza a recordar su niñez donde las aguas cristalinas fluían por el río, cuando podía jugar con sus amigos en la “Chirana”, el rio de Santa Bárbara.

Pero Ica también es belleza y entretenimiento, es conocida mundialmente por sus líneas de Nazca, los tejidos de Paracas y por nuestra bebida bandera el Pisco y su cachina. Don Fernando laboró por aproximadamente veinte años en la Hacienda TACAMA, ahí paso la mayor parte de su adultez. Con el pecho hinchado de orgullo, nos cuenta la vida en TACAMA, como si fuera algo fuera de este mundo. Ica y los vinos son uno solo, son inseparables. La región cuenta con muchas hectáreas ideales para el desarrollo de la vid, empresas que ahora son de renombre internacional han nacido en Ica. TACAMA cuenta con más de cien hectáreas de tierras para la siembra para que la vid crezca, pero el agua es un problema, los trabajadores de TACAMA, inundan dos veces al año sus hectáreas para nutrir las parras. Otro inconveniente que tienen son los pájaros que vienen en temporada de cosecha y llegan a malograr la uva, para este problema sueltan gavilanes que de alguna forma menguar la invasión de los pájaros. TACAMA fue fundada en 1890, sus primeros dueños fueron unos monjes, los cuales trabajaban la tierra para obtener vino para las misas. Luego paso por diferentes dueños hasta los actuales.

Ica es sinónimo de la Huacachina, un oasis a tan solo diez minutos de la plaza de armas de la ciudad de Ica, es un pequeño Edén en todo el desierto donde asisten muchas personas en especial en marzo cuando es la fiesta de la Vendimia, el lugar se inunda de turistas nacionales y extranjeros todo el mes. Estando ahí pude observar la belleza del paisaje, el diseño que nos dio la madre naturaleza es maravilloso, las dunas contrastan sorprendentemente creando una obra maestra de la creación. Los jaladores están presentes en la Huacachina, ni un turista se les escapa, los invitan cordialmente a subirse a sus autos especialmente diseñados para las dunas, pero si cuentas con poco puedes alquilarte unas tablas para deslizarte en la dunas o un pequeña bote para pasear por la laguna. La sensacion es increible, la adrenalina te sube por la venas, es una experiencia muy excitante.
Recuerdo cuando se lo contamos a Don Fernando, no se sorprendió, nos conto que el había hecho eso miles de veces que ya se había aburrido de hacerlo y que además estaba viejo para esas diversiones. Le preguntamos a Don Fernando cuan elevada era la delincuencia en Ica, este no dijo que no había mucho, solo algunos robos, pero últimamente, hubieron casos de pedofilias en los caseríos, nos asombramos al escuchar eso, nosotros pensábamos que la pedofilia solo ocurría en Lima, estábamos equivocados. Cerca de diez denuncias fueron registradas en tan solo tres meses, Don Fernando, también estaba sorprendido, en toda su vida no oyó sobre pedofilia. Estamos de acuerdo a que estos tipos de crímenes sean castigados severamente por la ley.
Cabe rescatar que Ica, a pesar de sus problemas es una linda ciudad, sus pobladores son bien hospitalarios, todos los iqueños nos brindaron la ayuda que necesitamos sin ningún reproche.
Don Fernando nos despide con una sonrisa en los labios, él fue nuestro guía en toda nuestra estancia en Ica, mantiene la esperanza de ver progresar a su querida Santa Bárbara y que los políticos no se olviden de sus hijos como lo hicieron con él. Nosotros regresamos a nuestra realidad, a Lima, después de disfrutar del aire fresco y nuestro encuentro con la naturaleza. Nos despedimos con el anhelo de regresar pronto.